Deforestacion
En algunos lugares como:
INDONESIA
Las imágenes tomadas por satélite de la superficie de bosque en Indonesia indican que, entre 2000 y 2008, casi el 10% de la cubierta forestal en las islas se ha perdido. Cerca de una quinta parte de esta pérdida se produjo precisamente en las regiones donde la tala de árboles está restringida o prohibida. Las imágenes obtenidas por satélite tratan de ser una ayuda para Indonesia en el cumplmiento de los objetivos marcados por Naciones Unidas en el programa REDD +, cuyo objetivo es reducir la deforestación y la degradación forestal.
MADAGASCAR
la deforestación de Madagascar es el gran resultado de tres actividades: agricultura de corte y quema, ganadería y la producción de leña y carbón para cocinar.
Agricultura de corte y quema La agricultura de corte y quema, conocida localmente como tavy, es una parte importante de la cultura y de la economía de Madagascar- La tavy es principalmente utilizada para convertir los bosques forestales en cultivos de arroz. Tradicionalmente una hectárea o dos de árboles es cortada, quemada y luego plantada con arroz. Después de un año o dos, el campo es abandonado por tres o cuatro años, cuando se repite el proceso. Después de dos o tres de éstos ciclos la tierra está escasa de nutrientes y la tierra aparece colonizada por maleza o hierba. Al hacer seguimiento, la nueva vegetación es insuficiente para lo extenso de las tierras, creando problemas de erosión en sus capas terrestres.
El tavy es la forma más apropiada para muchos Malagasy para proveer a sus familias y a la gente, cuya subsistencia día a día se cuestiona, existiendo un pequeño consenso de las consecuencias de sus acciones en el largo plazo. Desde su perspectiva, entre más forestación haya disponible para el despeje, deben utilizarla antes que sus vecinos lo hagan. La técnica de Tavy para el arroz también tiene sus lazos espirituales y culturales que trascienden la economía y el valor nutricional de la cosecha de arroz.
Corte para Madera
El corte para madera es especialmente un problema de los bosques del Este de Madagascar, especialmente en la Península de Masoala. El alto valor de las maderas duras de Malagasy (principalmente ébano y madera rosada, las cuales pueden alcanzar los $2.000 por tonelada en los mercados internacionales) hace que el corte ilegal sea un problema en algunas áreas protegidas.
Leña y producción de carbón de leña
La endémica vegetación espinosa de Madagascar está siendo cortada a una tasa alarmante para producción de carbón de leña. En Eking se vive vendiendo pequeños atados de carbón de leña a lo largo de las carreteras del Sudeste de Madagascar. Los habitantes locales se dirigen hacia las plantas más cercanas, la cual en éste caso es el magnífico árbol de Alluaudia.
VIDIO
BRASIL
La explotación del árbol pau-brasil
Irónicamente el propio nombre de “Brasil”, según algunos historiadores, está relacionado con la
primera fase de deforestación, a pesar de haber más de 20 interpretaciones de su origen
etimológico. Desde el siglo XI, Europa estuvo familiarizada con el llamado “pau-brasil”, un
árbol nativo de Sumatra cuyo nombre en malayo era “sapang” (del sánscrito “patanga” que
significa rojo). Este era utilizado para teñir de púrpura las sedas y linos de los trajes de los nobles
orientales y luego fue conocida por los nobles europeos tras las guerras de los cruzados.
Cristóbal Colón fue el primero en vislumbrar arboles de pau-brasil en los bosques del Caribe y
en su tercer viaje a América, llegó a recoger poco más de media tonelada. En enero de 1500, el
navegante español Vicente Pinzón cargó sus navíos con 21 toneladas de troncos provenientes del
litoral brasileño. Pocos meses más tarde, el erróneamente llamado descubridor de Brasil (existen
registros documentales comprobando que Pinzón llegó 3 meses antes que Cabral), Pedro
Alvares Cabral en su primer viaje, llevó los primeros troncos de pau-brasil a Portugal junto con
las noticias del “descubrimiento” de nuevas tierras que, finalmente, acabarían asociando su
nombre al del codiciado árbol.
Los especialistas europeos en colorantes naturales percibieron rápidamente que el pau-brasil
nativo de Sudamérica (cuyo nombre científico vendría a ser Caesalpinea echinata) no era tan
eficiente como el similar oriental (Caesalpinea sappan). Sin embargo, con las rutas comerciales
orientales bloqueadas desde 1453 (debido a la conquista turca de Constantinopla), la variedad
asiática se volvió excesivamente cara y el descubrimiento de una variedad occidental fue
saludado con entusiasmo. A pesar de su utilidad y demanda, el valor del pau-brasil era mucho
más bajo que de la pimienta importada de la India. 60 kg de pau-brasil eran vendidos por 2.5
ducados (1 ducado equivalía a 3.5 gramos de oro) mientras que la misma cantidad de pimienta se
compraba en 60 ducados.3
Curiosamente, el primer estudio científico sobre el pau-brasil fue realizado en 1648 por los
botánicos Willen Piso y George Marcgrave, en la monumental Historia Naturalis Brasiliae
hecha bajo el gobierno del conde Mauricio de Nassau, el más importante gobernante holandés,
en la época de la invasión holandesa en el Nordeste de Brasil. La planta fue clasificada en 1789
por Jean-Baptiste Lamarck que la llamó Caesalpinea echinata. El género Caesalpinea fue
introducido en homenaje al botánico y médico del Papa Clemente VIII, Andre Cesalpino y la
denominación echinata proviene de la etimología griega “erizo” y hace referencia a las espinas
abundantes del árbol.
Como todos los esfuerzos de la corona portuguesa estaban concentrados en la conquista de la
India, no había recursos financieros para actuar en dos frentes, por ello, el rey decidió
concesionar por 10 años la explotación de todas las tierras situadas en el litoral occidental del
Océano Atlántico (es decir todos los territorios que por el tratado de Tordesillas pertenecían a
Portugal) a un consorcio de ricos mercaderes lusitanos, liderados por Fernando de Noronha
(¡nombre de la supuesta isla de Utopia!). Adicionalmente, el rey se comprometió a prohibir la
importación de pau-brasil de oriente garantizando a Noronha y a sus socios, el monopolio del
pau-brasil (pregunto a mis lectores, ¿no les parece esto muy actual?).
En Brasil, el pau-brasil crecía originalmente en la planicie costera situada entre los estados de
Río Grande do Norte y Río de Janeiro, en medio de una exuberante selva tropical conocida hoy
como Mata Atlántica. Había ejemplares tan gruesos que tres hombres no podían abrazarlos y
cuya altura podía alcanzar los 30 m.
La explotación de pau-brasil fue realizada a un ritmo tan feroz que, a lo largo del siglo XVI,
portugueses y franceses (estos últimos de manera “ilegal” según los portugueses) llevaron, en
promedio, ocho mil toneladas de madera por año hacia Europa. Solamente en el primer siglo de
explotación, cerca de dos millones de arboles fueron derribados, un promedio espantoso de 20
mil por año o casi 50 al día. Además de la extracción de la madera, el comercio de animales y
otros productos ocasionaron una importante degradación de la biodiversidad. A título de
ejemplo, en esta época, un navío de contrabando francés, capturado por los portugueses, llevaba
en sus bodegas un cargamento que consistía de 3000 pieles de “onça” (jaguar), 600 pericos, 1.8
toneladas de algodón, además de aceites medicinales, semillas de algodón y minerales. En 1605,4
la corona portuguesa, alarmada con los informes sobre la tala indiscriminada, pasó a controlar la
extracción y hasta asignó algunos guardias forestales a la zona donde la extracción era más
común; pero el árbol se encontraba virtualmente extinto. Actualmente, el pau-brasil, cuyo
nombre fue utilizado para bautizar al Brasil, sobrevive magramente en las reservas forestales y
jardines botánicos y muy lentamente empieza a ser reintroducido en su ambiente natural.
La colonización y la caña de azúcar
Terminada la explotación de pau-brasil y con las constantes invasiones francesas y holandesas,
Portugal finalmente decidió colonizar Brasil. Vale la pena resaltar que fue un proceso mucho
más sencillo que en el caso de México o Perú, pues las poblaciones que ahí vivían, en la escala
de desarrollo, apenas daban los primeros pasos hacía la agricultura de subsistencia, superando así
su condición paleolítica, y sumaban, según algunos autores, tan sólo un millón de individuos.
VIDIO
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